Entorno macroeconómico


El crecimiento económico inició 2025 con una dinámica relativamente robusta, manteniendo en buena medida el impulso observado en 2024, principalmente en Estados Unidos y China, y en menor medida en la Eurozona. La actividad económica al comienzo del año se vio favorecida por el dinamismo de los mercados laborales, un gasto público generalmente elevado, condiciones monetarias menos restrictivas y una inflación más baja, aunque todavía por encima del objetivo del 2%, especialmente en Estados Unidos.

Sin embargo, las políticas de la nueva administración de Estados Unidos han supuesto un choque negativo para la economía mundial, que ha aumentado la incertidumbre y la volatilidad financiera. Así, BBVA Research anticipa una pérdida de dinamismo en las principales economías y una inflación que podría repuntar al menos en Estados Unidos. Asimismo, eventuales medidas de estímulo fiscal podrían mitigar parcialmente el impacto del proteccionismo comercial, particularmente en la Eurozona, donde se han anunciado planes de incremento del gasto en defensa e infraestructura, en un contexto de crecientes desafíos geopolíticos.

Este contexto, podría llevar a la Reserva Federal a posponer hasta 2026 los recortes de tipos de interés esperados para este año (estables en el 4,50% en los últimos meses). En contraste, en la Eurozona, el menor crecimiento económico podría permitir al Banco Central Europeo recortes mayores, hasta el 2,0% o ligeramente por debajo de ese nivel, aunque esto también dependería, entre otros factores, de la respuesta de la Unión Europea a los aranceles estadounidenses, que podría generar presiones inflacionistas adicionales.

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