Estimadas/os accionistas,
Durante el ejercicio 2019, hemos visto una desaceleración del crecimiento global como consecuencia de los riesgos geopolíticos y las tensiones comerciales, que llevaron a un debilitamiento del comercio internacional, de la inversión y de la actividad industrial. Además de esto, los principales bancos centrales siguieron tomando medidas que favorecieron la continuidad de una situación de bajos tipos de interés. En este complejo entorno, BBVA ha vuelto a demostrar, una vez más, la fortaleza de su modelo diversificado y su capacidad de generar unos sólidos resultados con rentabilidades de doble dígito.
La economía mundial creció al 3,1% en 2019, siendo éste el crecimiento más bajo desde 2009. En cuanto a los países donde BBVA tiene presencia, el comportamiento fue dispar. Por un lado, España, con un crecimiento del 2,0%, por encima de la zona euro, y Estados Unidos, cuyo crecimiento, a pesar de desacelerarse ligeramente, se situó en 2,3%, favorecido por políticas fiscales expansivas. No obstante, el crecimiento en los estados de la región del Sunbelt, donde BBVA concentra su presencia, fue superior a la media del país, situándose en el 3,2%. Colombia y Perú también mostraron sólidos crecimientos del 3,2% y 2,1% respectivamente. Por su parte, el crecimiento en México sufrió un estancamiento en 2019 debido, entre otros factores, al retraso en la ratificación del nuevo acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá y la ralentización del empleo y el consumo privado y Turquía, cuya senda de crecimiento se ha ido recuperando gracias a las políticas económicas adoptadas a lo largo del año. En cambio, en Argentina nos enfrentamos a una situación de cierta incertidumbre.
A pesar de las dificultades del entorno, el resultado atribuido del Grupo BBVA en 2019, excluyendo impactos singulares, fue de 4.830 millones de euros, lo que supone un incremento del 2,7% frente al resultado del ejercicio anterior. Se trata del beneficio atribuido sin extraordinarios más elevado desde el año 2009. Si tenemos en cuenta el impacto por el deterioro del fondo de comercio de nuestra filial en Estados Unidos, el beneficio atribuido ascendió a 3.512 millones de euros. Este impacto contable del fondo de comercio, que se generó a raíz de la compra de la mayor parte de nuestros activos en Estados Unidos en 2009, fue consecuencia principalmente de la desfavorable evolución de los tipos de interés en el país y la ralentización de la economía. Este deterioro del fondo de comercio no afecta al patrimonio neto tangible, ni al capital, ni a la liquidez, ni tampoco a la capacidad de reparto de dividendos del Grupo BBVA.
En términos de creación de valor para el accionista, el valor contable tangible por acción más dividendos alcanzó 6,53 euros a cierre del año, lo que supone un incremento del 11,5% frente al ejercicio anterior. Y un año más, nuestras métricas de rentabilidad se encuentran a la cabeza de nuestros competidores. Excluyendo el impacto del deterioro del fondo de comercio, la rentabilidad sobre los fondos propios se situó en 9,9% y la rentabilidad sobre el patrimonio tangible fue de 11,9%.
Me gustaría resaltar, que durante el ejercicio 2019, se ha vuelto a poner de manifiesto la fortaleza de nuestra posición de capital. El ratio CET 1 fully-loaded se sitúa dentro de nuestro rango objetivo y cerró el año en 11,74%, lo que supuso un incremento de 40 puntos básicos en el año a pesar de los impactos negativos derivados de los cambios en las normas contables y de otros ajustes regulatorios.
Es destacable, también, la evolución de los ingresos recurrentes, que a pesar del entorno de bajos tipos de interés en algunos de nuestros principales mercados, crecieron por encima del 5% en el año, a tipos de cambio constantes, es decir, sin tener en cuenta el impacto del tipo de cambio, hasta alcanzar el récord históricos en términos absolutos; y la disciplina en el control de gastos, que crecieron al 2,2%, muy por debajo de la inflación media de los países donde tenemos presencia. Como resultado, el ratio de eficiencia ha mejorado en 92 puntos básicos, hasta el 48,5%, liderando, un año más, nuestro grupo de competidores comparables.
Y todo esto lo hemos conseguido manteniendo unos sólidos indicadores de riesgo, con una mejora muy significativa del ratio de mora, que se situó en el 3,8%, 15 puntos básicos mejor que en 2018. El ratio de cobertura mejoró 349 puntos básicos en el año, hasta situarse en el 77%. Ambos ratios han sido los mejores de los últimos diez años. Respecto al del riesgo del Grupo se mantuvo en niveles bajos, en el entorno del 1%.
En relación con las principales áreas de negocio, me gustaría subrayar:
Por último, no quiero dejar pasar la oportunidad para dar las gracias a los más de 126.000 empleados del Grupo por su esfuerzo continuo, su compromiso y por su contribución a estos buenos resultados, demostrando cada dia el valor de trabajar como un solo equipo. Y por supuesto, gracias también a ustedes, los accionistas, por su apoyo constante que nos impulsa a hacer realidad nuestro propósito de poner al alcance de todos las oportunidades de esta nueva era.
Onur Genç
Consejero Delegado