BBVA modificó en noviembre de 2021 su política de remuneración al accionista al elevar el ‘payout’ hasta el 40%-50% del beneficio ordinario anual, frente a la política previa que establecía un reparto entre el 35% y el 40%. La implementación de esta política se estableció mediante la distribución de una cantidad a cuenta del dividendo del ejercicio (a abonar previsiblemente en el mes de octubre de cada ejercicio) y un dividendo complementario (a pagar una vez finalizado el ejercicio y aprobada la aplicación del resultado, previsiblemente en el mes de abril), pudiendo combinarse los repartos en efectivo con las recompras de acciones.
En este sentido, BBVA ha puesto en marcha uno de los mayores procesos de recompra de acciones de la banca europea, por hasta 3.500 millones de euros.