Durante el cuarto trimestre de 2011, la presión sobre los mercados ha tenido una especial incidencia en la renta fija y en el sector financiero europeo. Una característica de este período ha sido la ampliación del foco de atención de la comunidad inversora más allá de los países intervenidos y del sur de Europa, como España e Italia, alcanzando a Bélgica o a Francia.
En este contexto, la renta variable se ha mantenido, en general, más estable que en el trimestre anterior. Así, el Ibex 35 cerró prácticamente plano (+0,2%), mientras que el Stoxx 50 ganó un 9,7%. El mercado estadounidense mostró un comportamiento más positivo que el europeo y su índice S&P 500 logró una recuperación del 11,2%, favorecido por la expectativa de una mejora en sus indicadores macroeconómicos.
El sector bancario europeo ha continuado viéndose afectado por la incertidumbre asociada a la resolución de la crisis. Las elevadas primas de riesgo soberano han mantenido prácticamente cerrados los mercados de capitales, lo que ha dificultado la financiación de las entidades. En este entorno, el índice Euro Stoxx Banks ha sufrido un deterioro del 4,7%, mientras que el Stoxx Banks ha cerrado prácticamente plano. BBVA ha mostrado uno de los mejores comportamientos bursátiles de entre las entidades europeas, recuperando un 8,1% con respecto al cierre del trimestre anterior. El mercado ha valorado la confortable posición de liquidez de BBVA y la ventaja de un modelo de negocio retail, con menor dependencia de la financiación mayorista.
Los resultados de BBVA del tercer trimestre de 2011 fueron acogidos favorablemente por los analistas, quienes subrayaron los factores diferenciales del Banco, principalmente en cuanto al potencial de los negocios internacionales, la capacidad de generación orgánica de capital y, por tanto, los niveles de solvencia del Grupo. Se valoró muy positivamente la evolución del margen de intereses, especialmente en los mercados emergentes, en los que sobresale el notable crecimiento de los volúmenes de actividad. En España se valoró la resistencia de los indicadores de calidad crediticia. Los analistas volvieron a resaltar la fortaleza de los resultados obtenidos en América del Sur y en México.
La acción BBVA mejoró un 8,1% en el trimestre y cerró a 6,68 euros por acción, lo que implica una capitalización bursátil de 32.753 millones de euros. Esto supone un multiplicador precio/Valor contable de 0,8 veces, un PER (calculado sobre el beneficio atribuido del Grupo de 2011) de 10,9 veces y una rentabilidad por dividendo (calculada a partir de la mediana de dividendos por acción estimados por los analistas para 2011 frente al precio de cotización del 30 de diciembre) del 6,3%. El avance del precio de BBVA fue muy superior al registrado por el Ibex 35 y claramente mejor al alcanzado por el sector en la zona euro. En definitiva, en el contexto actual de tensionamiento y debilidad macroeconómica, el mercado ha vuelto a valorar la sólida posición de capital del Grupo y la recurrencia de sus resultados.
El volumen medio diario de títulos negociados durante el cuarto trimestre del ejercicio se situó en 47 millones y el importe medio en 283 millones de euros.
En cuanto a la remuneración al accionista, el 20 de diciembre se anunció la distribución de un dividendo a cuenta correspondiente al ejercicio 2011, de 0,10 euros por acción, lo que supone un incremento del 11% con respecto al mismo pago del año anterior. Este importe se ha hecho efectivo el día 10 de enero de 2012. Además, el Consejo de Administración aprobó una operación de canje de acciones preferentes por bonos subordinados obligatoriamente convertibles en acciones ordinarias de nueva emisión de BBVA, por un importe máximo de 3.475 millones de euros. La aceptación de la oferta ha sido muy elevada, un 98,7% de los inversores de acciones preferentes, por lo que la operación se ha cerrado con un gran éxito. Esta emisión de bonos subordinados computará como capital core bajo los criterios de la EBA.