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Entorno macroeconómico y sectorial

La economía global se está viendo fuertemente afectada por la pandemia de COVID-19. Factores de oferta, de demanda y financieros causaron una caída del PIB sin precedentes en la primera mitad de 2020. Apoyado por medidas decididas de política fiscal y monetaria, así como por un mayor control de la expansión del virus, el crecimiento global rebotó en el tercer trimestre y se prevé que continúe haciéndolo en el cuarto, aunque a un ritmo menor ya que el número de contagios permanece muy elevado, e incluso está subiendo en algunas regiones del mundo. En cuanto al próximo año, se espera que la recuperación de la actividad gane impulso. La esperada aprobación y la distribución de vacunas y tratamientos efectivos contra el COVID-19 permitirá, probablemente, una relajación progresiva de las medidas de distanciamiento social a lo largo del próximo año, primero en las principales economías mundiales, y luego en las demás.

Tras los masivos estímulos fiscales y monetarios para apoyar la actividad económica y reducir las tensiones financieras, la deuda pública se ha incrementado de forma generalizada, y los tipos de interés se han recortado y se sitúan ahora en niveles históricamente bajos. Es posible que sean necesarias más medidas contracíclicas adicionales. Asimismo, no se espera una reducción significativa de los estímulos actuales, al menos hasta que la recuperación se consolide.

Las tensiones en los mercados financieros se moderaron rápidamente desde el final de marzo, tras las decisivas acciones de los principales bancos centrales y los significativos paquetes fiscales anunciados en muchos países. En los últimos meses, los mercados han mostrado una relativa estabilidad y, en ciertos momentos, movimientos de toma de riesgo. Sin embargo, la cautela continúa en los mercados financieros, con los activos refugio altamente demandados, especialmente desde el final del verano. Se prevé que la volatilidad financiera permanezca relativamente alta hasta final de este año, debido principalmente a la evolución todavía negativa de la pandemia y a las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Asimismo, los avances relacionados con la vacuna y a los tratamientos para el coronavirus deberían allanar el camino para una disminución gradual de la volatilidad financiera a lo largo de 2021.

BBVA Research estima que el PIB mundial se contraerá alrededor de 2,9% en 2020 y se expandirá en torno al 5,4% en 2021. La recuperación de la actividad será incompleta y heterogénea. Asimismo, factores epidemiológicos, financieros y geopolíticos mantienen la incertidumbre excepcionalmente elevada.

En cuanto al sistema bancario, en un entorno en el que durante varios meses gran parte de la actividad económica ha estado paralizada, los servicios que provee han jugado un papel esencial, fundamentalmente por dos motivos: en primer lugar, las entidades bancarias han garantizado el correcto funcionamiento de los cobros y pagos de las familias y las empresas, contribuyendo de esta forma al mantenimiento de la actividad económica; en segundo, la concesión de nuevo crédito o la renovación de créditos ya existentes reduce el impacto de la desaceleración económica en los ingresos de los hogares y empresas. El apoyo prestado por los bancos durante los meses de confinamiento y las garantías públicas han sido fundamentales para evitar problemas de liquidez y solvencia de las empresas, por lo que la banca se ha convertido en la principal fuente de financiación para la mayoría de ellas.

En términos de rentabilidad, la banca europea y española siguen lejos de los niveles previos a la crisis, debido principalmente a que muchas entidades registraron fuertes dotaciones por deterioro de activos financieros en los primeros dos trimestres de 2020 a consecuencia del deterioro del entorno macroeconómico tras la irrupción de la pandemia, lo que se suma a la acumulación de capital que han realizado desde la crisis precedente y al entorno de muy bajos tipos de interés en el que nos encontramos desde hace varios años. No obstante, las entidades bancarias afrontan esta coyuntura en una situación saneada y con una solvencia que no ha dejado de aumentar desde la crisis de 2008, con unos colchones de capital y liquidez reforzados y, por tanto, con mayor capacidad para prestar.

Europa

En Europa se continúa con la puesta en marcha de paquetes de estímulo fiscal por parte de todas las autoridades europeas pertinentes, tanto la Unión Europea (en adelante, UE) como los estados miembros. En particular, la aprobación del fondo de recuperación europeo (Next Generation EU; en adelante, NGEU, por sus siglas en inglés) constituye un paso importante para apoyar la recuperación tras la crisis del COVID-19, ya que complementa otros estímulos previos lanzados por gobiernos nacionales y por la propia UE. Su aprobación por parte del Parlamento Europeo está todavía pendiente. Cada país debería entregar sus planes nacionales, para que sean valorados entre el 30 de octubre 2020 y abril de 2021 para luego ser aprobados por el Consejo Europeo. Los fondos del NGEU no se espera que se desembolsen de manera significativa hasta la segunda mitad de 2021. El estímulo fiscal de 750 mil millones de euros (5,4% del PIB de la UE) podría elevar el PIB en más de un 4% en 2024 en algunos países, según estimaciones de la Comisión Europea. Por su parte, el Banco Central Europeo (en adelante, BCE), tras el anuncio en junio de la ampliación del programa de compras de emergencia para la pandemia (PEPP, por sus siglas en inglés) en 600.000 millones de euros hasta un total de 1.350.000 millones de euros y la extensión del horizonte de compra hasta al menos el final de junio de 2021, no ha introducido nuevos cambios en su política monetaria, aunque dicho programa podría expandirse en los próximos meses. En términos de crecimiento, el COVID-19 está teniendo en la UE un gran impacto en el crecimiento del PIB en 2020. Las medidas de confinamiento durante el segundo trimestre supusieron una intensa reducción de la oferta en un amplio abanico de sectores, al mismo tiempo que se producía una caída de la demanda en los sectores de consumo social (especialmente en los viajes y el turismo). La recuperación ha superado las expectativas en el tercer trimestre del año, pero se espera que la segunda ola del COVID-19 limite el crecimiento en el cuarto trimestre. En general, se espera que la contracción del PIB en 2020 sea de -8%. BBVA Research está asumiendo recuperación del crecimiento en 2021 (+5,2% para el año), bajo el supuesto de la distribución generalizada de una vacuna alrededor del segundo trimestre de 2021, y también gracias al NGEU, el cual sólo tendrá un impacto significativo en el crecimiento a partir de la segunda mitad de 2021 y 2022.

España

En términos de crecimiento, según las estimaciones de BBVA Research, el PIB español podría contraerse un 11,5% en 2020 y crecer un 6% en 2021. El tercer trimestre ha resultado algo mejor de lo esperado en cuanto a actividad y empleo, pero para finales de año se espera una desaceleración debido a la segunda ola de la pandemia y su impacto en la actividad (que ya se está observando en varios indicadores adelantados, como el gasto en tarjetas de crédito, sobre todo en las provincias más afectadas por los contagios). Los riesgos para la actividad económica siguen centrados en la epidemia, las medidas necesarias para contener los contagios y su impacto económico. Otro factor importante en las previsiones es el efecto que puede tener el fondo de recuperación europeo. Lo más probable es que su contribución a la actividad aumente durante el próximo año, en particular en el segundo semestre de 2021 y, sobre todo, en 2022. El impacto del NGEU dependerá crucialmente de la rapidez con que se puedan poner en marcha los proyectos, de la correcta gestión de los fondos y, también, de la correcta identificación de los proyectos que tengan mayor impacto en el empleo, en la actividad y en la transformación de la economía española.

En cuanto al sistema bancario, de acuerdo con los datos del Banco de España, el volumen total de crédito al sector privado repuntó ligeramente en agosto de 2020 (+1,9% interanual) por el crecimiento de las nuevas operaciones de crédito a empresas desde abril, en el marco de los programas de avales públicos puestos en marcha por el gobierno para hacer frente al COVID-19. Por su parte, los indicadores de calidad de activos continuaron mejorando (la tasa de mora se situó en el 4,75% en agosto de 2020). La rentabilidad entró en terreno negativo en el primer semestre de 2020 por el aumento de provisiones por la crisis del coronavirus y, sobre todo, por los resultados extraordinarios negativos en el segundo trimestre. Adicionalmente, el entorno de bajos tipos de interés mantiene presionada la rentabilidad. Las entidades españolas mantienen holgados niveles de solvencia y liquidez.

Estados Unidos

Las consecuencias del coronavirus han creado una confluencia de fuertes choques de oferta y demanda sobre la economía estadounidense. En consecuencia, el PIB del país se contrajo 9,5% en el segundo trimestre del año respecto al trimestre anterior. Sin embargo, pese al complejo entorno macroeconómico y el adverso contexto epidemiológico, los indicadores de actividad sugieren que la economía ha estado recuperándose con fuerza en los meses recientes. La tasa de desempleo, en particular, se redujo al 7,9% en septiembre, tras alcanzar 14,7% en abril. El aumento del dinamismo de la actividad en los últimos meses se debe, entre otros factores, a los significativos estímulos monetarios y económicos anunciados desde el inicio de la crisis sanitaria. En concreto, entre otras medidas, la Reserva Federal (en adelante Fed) ha reducido los tipos de interés a cero, ha puesto en marcha un programa de compras masivas de activos financieros, ha creado una serie de facilidades de crédito y ha revisado su estrategia de política monetaria, sugiriendo mayor tolerancia en el futuro con respecto a la inflación. Asimismo, las medidas contracíclicas de carácter fiscal, que suman ya alrededor de 18% del PIB, podrían ser ampliadas en los próximos meses, dependiendo, entre otros factores, del resultado de las elecciones presidenciales del día 3 de noviembre. La recuperación del PIB, más rápida de lo esperado, gracias a las exitosas medidas de estímulo fiscal y monetario implementadas, ha permitido revisar al alza las previsiones de BBVA Research hasta el -4,6% (desde el -5,1% estimado anteriormente) en 2020 y en 2021 hasta el + 3,8% (desde + 3,5%).

En el conjunto del sistema bancario, los datos de actividad más recientes proporcionados por la Fed (junio de 2020), muestran los efectos de los programas puestos en marcha contra el coronavirus, con tasas de crecimiento interanual de créditos y depósitos del sistema del 6,8% y 21,7% respectivamente. La morosidad sigue controlada; así, la tasa de mora se sitúa en el 1,51% en el segundo trimestre de 2020

México

BBVA Research estima que la economía mexicana se contraiga un 9,3% en 2020 y crezca un 3,7% en 2021. En los meses recientes, el aumento gradual de la movilidad interna, junto con la reactivación de la producción por el lado de la oferta, han propiciado un rebote económico en el tercer trimestre. Ante la caída histórica en la actividad económica a raíz de la pandemia, el apoyo fiscal ha sido muy modesto y la política monetaria ha sido solo ligeramente acomodaticia. Con estos escasos apoyos, sumados a problemas de falta de coherencia en decisiones adoptadas por el Gobierno, así como la cancelación de facto de la reforma energética, la inversión se ha deteriorado considerablemente y continúa sin dar señales claras de recuperación. BBVA Research estima que la inflación se mantendrá relativamente baja, aunque a un ritmo menos rápido de lo que se esperaba hace unos meses. Aunado a esto, BBVA Research considera que la tasa de política monetaria tiene margen para seguir descendiendo, aunque a un ritmo más lento.

El sistema bancario siguió creciendo en términos interanuales. Con datos de la CNBV a julio de 2020, los créditos y los depósitos crecieron un 4,5% y un 13,1% interanual, respectivamente, con aumentos en todas las carteras excepto en la de crédito al consumo. La morosidad se mantuvo contenida (2,09% en mayo de 2020) y los indicadores de capital son holgados.

Turquía

Para Turquía, BBVA Research espera que el PIB se mantenga estable en 2020, para posteriormente aumentar un 5,5% en 2021. En particular, se mantiene la proyección del 0% para este año, dado que el PIB del tercer trimestre creció más de lo esperado y que el consumo sigue aumentando. El banco central (CBRT, por sus siglas en inglés), recortó en 350 puntos básicos la tasa media de financiación a lo largo del primer semestre de 2020 debido a políticas monetarias más flexibles en las economías avanzadas y más riesgos a la baja en la actividad económica. Sin embargo, presiones sobre la lira turca y riesgos al alza en las perspectivas de inflación han provocado que el CBRT haya estado endureciendo su política monetaria (actualmente en un 12,1%) a través de diferentes canales, lo que resultó en una alza implícita de la tasa de casi 480 puntos básicos en comparación con finales de junio. BBVA Research estima que el CBRT continúe aumentando la tasa de financiación efectiva en el resto del año, con alguna relajación en 2021. Respecto al tipo de cambio de la lira, se espera que se estabilice en el próximo año. Las estimaciones de inflación se ajustaron al 11,5% para 2020.

Con datos de junio de 2020, el volumen total de crédito en el sistema bancario aumentó un 27,9% interanual. Estas tasas de crecimiento incluyen el efecto de la inflación. El ratio de mora se situó en el 4,73% a cierre de junio de 2020

Argentina

BBVA Research estima que el PIB se contraiga un 13% en 2020 y que se recupere parcialmente en 2021 hasta llegar al 5,5%. Ante la epidemia del COVID-19, el país ha tenido uno de los confinamientos más tempranos y largos del continente; las extensiones de la cuarentena han ido acompañadas de apoyos fiscales por parte del gobierno, focalizados actualmente en algunos sectores y regiones. La recuperación esperada se verá afectada por dichas extensiones, así como por las restricciones cambiarias adoptadas con el fin de frenar la caída de reservas. Es poco probable que se produzca un ajuste fiscal significativo, con lo que continuará la monetización del déficit, lo que a su vez presionará al alza la inflación y el tipo de cambio. El gobierno alcanzó un acuerdo de renegociación con los acreedores externos y BBVA Research considera que la renegociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en marcha es una oportunidad para adoptar un plan macroeconómico coherente. Dada la coyuntura actual ligada a la pandemia, la balanza de riesgos económicos se inclina a la baja.

En el sistema bancario continúa la senda positiva de crecimiento, tanto de crédito como de depósitos, en 2020, si bien con notable influencia de la elevada inflación. Con datos a julio de 2020 los indicadores de rentabilidad se deterioraron notablemente (ROE: 18,8% y ROA: 2,7%) debido al efecto COVID-19, tras alcanzar máximos históricos a cierre de 2019. Por su parte, la tasa de mora desciende ligeramente hasta el 5,11% en junio de 2020.

Colombia

BBVA Research estima una contracción de 7,5% en 2020 y una recuperación parcial de 5,5% en 2021, y que el nivel de actividad previo a la pandemia de COVID-19 no se alcance sino hasta 2022. Las mejores perspectivas del consumo privado se ven compensadas por una dinámica esperada menos optimista para la inversión. Por otra parte, la demanda externa neta contribuirá positivamente al crecimiento, tanto en 2020 como en 2021, principalmente por efecto de la disminución de las importaciones. BBVA Research estima que la inflación se mantenga debajo del objetivo de 3% (1,7% en 2020, 2,8% en 2021), lo que allanará el camino para que el tipo de interés de referencia de política monetaria se mantenga sin cambios en el 1,75% actual. El FMI aprobó un aumento en la Línea de Crédito Flexible de 6.200 millones de dólares estadounidenses, que el país contempla utilizar parcialmente como apoyo presupuestario. El gobierno estima un déficit fiscal de 8,2% en 2020 y que se reduzca a 5,1% en 2021, años para los cuales la regla fiscal estará suspendida. BBVA Research no descarta que Colombia pierda el grado de inversión para su deuda pública dadas las preocupaciones en el frente fiscal y externo. Los efectos negativos de la bajada en la calificación serían sin embargo limitados dada la amplia liquidez mundial.

El crédito total del sistema bancario creció un 8,6% interanual en julio de 2020, gracias al crecimiento de la cartera de empresas impulsada por los avales y programas de garantías aprobados por el gobierno durante la pandemia. La tasa de mora del sistema a mayo de 2020 fue del 4,08%. Los depósitos totales aumentaron un 17,7% interanual en el mismo período.

Perú

BBVA Research estima que la normalización gradual en las actividades productivas iniciada en mayo ha implicado sorpresas al alza sobre los pronósticos de crecimiento del PIB hechos hace un trimestre. Con esto, se ha revisado al alza la caída estimada para 2020, que se situaría en el 13%, y que se compensaría parcialmente en 2021 gracias a un crecimiento estimado del 10%. Esta recuperación se puede ver afectada por la incertidumbre política en torno a las elecciones generales de abril de 2021. La inflación se mantendrá por debajo del objetivo puntual del Banco Central del 2% en 2020-2021, lo que permitirá que los tipos de interés de política monetaria se mantengan en su nivel mínimo histórico de 0,25% durante un largo período. BBVA Research estima que el déficit fiscal aumentará en 2020 hasta casi el 10% del PIB. Como resultado, la deuda pública bruta pasará del 27% del PIB en 2019 al 34% en 2020. Considerando el carácter transitorio de la mayor parte del apoyo fiscal prestado este año, el déficit debería disminuir en 2021 hasta situarse alrededor del 5% del PIB, y aún más en los años siguientes. Sin embargo, la deuda pública bruta seguirá aumentando.

El sistema bancario presentó tasas elevadas de crecimiento interanual en créditos y depósitos (+17,7% y +25,0% respectivamente, en julio de 2020), por el fuerte impulso del Plan Reactiva Perú; el sistema presentó niveles de rentabilidad afectados por el confinamiento (ROE: 9,7% a agosto de 2020) pero con una morosidad contenida (tasa de mora: 2,55% a agosto de 2020) por las moratorias aplicadas.

Tipos de interés(Porcentaje)

30-09-20 30-06-20 31-03-20 31-12-19 30-09-19 30-06-19 31-03-19
Tipo oficial BCE 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Euribor 3 meses (1) (0,49) (0,38) (0,42) (0,39) (0,42) (0,33) (0,31)
Euribor 1 año (1) (0,41) (0,15) (0,27) (0,26) (0,34) (0,19) (0,11)
Tasas fondos federales Estados Unidos 0,25 0,25 0,25 1,75 2,00 2,50 2,50
TIIE (México) 4,25 5,00 6,50 7,25 7,75 8,25 8,25
CBRT (Turquía) 10,25 8,25 9,75 12,00 16,50 24,00 24,00
  • (1) Calculado como media del mes.

El comportamiento de las divisas está viniendo marcado en 2020 por los efectos económicos asociados a la crisis económica provocada por el coronavirus y por aspectos más idiosincráticos de las geografías. La lira turca (-26,5% entre enero y septiembre de 2020 y -15,6% en el tercer trimestre) es un ejemplo más de esto último y se está viendo afectada especialmente por factores locales. Por su parte, el peso mexicano sufrió una abrupta depreciación tras la irrupción del coronavirus en el primer trimestre del año pero posteriormente ha recuperado terreno, especialmente frente al dólar estadounidense, y acumula a cierre de septiembre una depreciación del 19,0% frente al euro. Por su parte, el dólar estadounidense acumula una depreciación del 4,0% frente al euro, la cual se ha concentrado en el tercer trimestre, al verse el euro favorecido por el acuerdo político para el fondo de recuperación europeo. En cuanto a otras divisas, a cierre de septiembre presentaban los siguientes comportamientos: peso argentino (-24,5%), peso colombiano (-18,9%), sol peruano (-11,7%) y peso chileno (-8,4%).

Para consultar información sobre las políticas de gestión del riesgo de tipo de cambio del Grupo BBVA, véase el capítulo “Gestión del riesgo” del presente informe.

Tipos de cambio (Expresados en divisa/euro)

Cambios finales Cambios medios

30-09-20
∆% sobre
30-09-19
∆% sobre
31-12-19

Ene.-Sep. 20
∆% sobre
Ene.-Sep. 19
Dólar estadounidense 1,1708 (7,0) (4,0) 1,1246 (0,1)
Peso mexicano 26,1848 (18,1) (19,0) 24,5375 (11,8)
Lira turca 9,0990 (32,4) (26,5) 7,5977 (16,6)
Sol peruano 4,2135 (12,6) (11,7) 3,8909 (3,9)
Peso argentino (1) 89,1154 (30,0) (24,5) - -
Peso chileno 918,45 (14,0) (8,4) 901,27 (14,5)
Peso colombiano 4.541,46 (17,0) (18,9) 4.166,67 (12,6)
  • (1) En aplicación de la NIC 29 "Información financiera en economías hiperinflacionarias", la conversión de la cuenta de resultados de Argentina se hace empleando el tipo de cambio final.