Entorno macroeconómico y sectorial
El crecimiento global se desaceleró a lo largo del año 2019 hasta el 3,0% frente al 3,7% en 2018. Sin embargo, ese entorno más estable, apoyado por las políticas económicas contracíclicas anunciadas el año pasado y la reducción de las tensiones comerciales, ha cambiado desde marzo de 2020 por la pandemia del COVID-19. Para contener esta crisis sanitaria la mayoría de los países han puesto en marcha fuertes medidas de distanciamiento social, cuya duración y ritmo de retirada en el momento de publicación de este informe todavía no se conocen, pero que sin duda tendrán un impacto severo en la actividad a través de los canales de oferta, demanda y financiero, a pesar de las medidas de estímulo económico anunciadas.
Por lo tanto, una fuerte recesión global parece inevitable en 2020, aunque la incertidumbre sobre las previsiones es muy elevada. El escenario base de BBVA Research se apoya en el supuesto de que las medidas de confinamiento durarán, en general, alrededor de 6 semanas, y que el proceso de salida será lento para evitar nuevas oleadas de contagios. Esto dará lugar a una fuerte contracción de la actividad en la primera mitad de 2020 y un rebote en el tercer trimestre, pero que no llegará a compensar la caída precedente. Las medidas de política económica deberían evitar una recesión más profunda y apoyar una recuperación parcial en 2021. Con todo, la previsión es que el PIB mundial se contraiga alrededor del 2,5% en 2020, y que repunte hasta cerca del 5% en 2021, aunque los riesgos sobre estas previsiones son a la baja.
En términos de política monetaria, los estímulos en las principales economías han sido en general elevados y se han aprobado con relativa rapidez. En Estados Unidos se ha anunciado un significativo paquete fiscal de alrededor del 12% del PIB para sufragar gastos sanitarios y paliar los efectos del aumento del desempleo a través del apoyo financiero a hogares y empresas. La Reserva Federal (en adelante Fed), por su parte, ha recortado los tipos de interés un total de 150 puntos básicos en marzo hasta situarlo en torno al 0%-0,25%, ha relanzado su programa de expansión cuantitativa y ha creado facilidades de crédito y liquidez (hasta 2,3 billones de dólares, es decir, un 11% del PIB).
En Europa, los estados miembros de la Unión Europea (en adelante UE) están implementando paquetes de ayuda orientados a garantizar el crédito a las empresas, junto con estímulos fiscales discrecionales adicionales al funcionamiento de los estabilizadores automáticos. A pesar de las diferencias por países, a nivel agregado el estímulo fiscal supondría alrededor del 2% del PIB de la UE, y las facilidades de liquidez del 15%. A estas medidas nacionales se suma la aprobación de un paquete de emergencia supranacional de alrededor de 4% del PIB para sufragar los gastos sanitarios, poner en marcha un marco de apoyo al empleo y aumentar los fondos disponibles del Banco Europeo de Inversiones para apoyar el crédito a las empresas. Por su parte, el Banco Central Europeo (en adelante BCE) llevará a cabo compras de activos por valor de 1.050 miles de millones de euros (8% del PIB) hasta final de 2020, tras aprobar un nuevo programa extraordinario (Pandemic Emergency Purchase Programme, PEPP por sus siglas en inglés) de 750.000 millones de euros y aumentar el programa de compras (Expanded Asset Purchase Programme, APP por sus siglas en inglés) en 120.000 millones de euros, que se añaden a las compras mensuales de 20.000 millones. Además, la autoridad monetaria europea ha adoptado medidas temporales para apoyar la liquidez de los bancos, sobre todo relajando los requisitos sobre el colateral aceptado en sus operaciones y ha actuado de manera coordinada con la Fed para la provisión de dólares estadounidenses.
En este contexto, los tipos de interés se mantendrán bajos durante más tiempo de lo previsto anteriormente en las grandes economías, mientras que muchos países emergentes han recortado recientemente los tipos de interés para paliar los efectos de la pandemia.
En cuanto al sistema bancario, en un entorno en el que gran parte de la actividad económica se encuentra paralizada, los servicios bancarios cobran relevancia fundamentalmente por 3 motivos: En primer lugar, es esencial que las familias y las empresas puedan realizar pagos y cobros para mantener la actividad; en segundo, un crédito nuevo o la renovación de uno que venza, ayuda a que las familias y empresas mitiguen el choque en sus ingresos. En la situación actual es muy importante que los problemas de liquidez temporales de las empresas no se conviertan en problemas de solvencia, poniendo así en riesgo su supervivencia y la de los puestos de trabajo. Para ello, el apoyo prestado por los bancos y las garantías públicas es fundamental. En tercer término, la banca se ha convertido en la única fuente de financiación para la mayoría de las empresas ante las turbulencias en los mercados financieros.
Aunque en términos de rentabilidad la banca europea y española sigue lejos de los niveles de la precrisis financiera debido principalmente al entorno de bajos tipos de interés en los que nos encontramos desde hace ya un tiempo, las entidades financieras afrontan esta coyuntura en una situación de fortaleza financiera con una solvencia que no ha parado de aumentar desde la crisis financiera de 2008, con unos colchones de capital y liquidez reforzados y, por tanto, capacidad para prestar.
España
En términos de crecimiento, los datos más recientes de nivel de actividad junto con el deterioro del mercado laboral apuntan a que la irrupción de la pandemia a principios de año ha interrumpido las señales de estabilización que mostró el avance del PIB en 2019, en torno al 0,4% trimestral, por encima del crecimiento del resto de la zona euro. Para hacer frente a esta situación, entre las diferentes medidas de apoyo del Gobierno destaca el programa de créditos con avales públicos, el de protección del empleo, y la moratoria de préstamos para colectivos más vulnerables. La hibernación de la economía tras las fuertes medidas de confinamiento adoptadas a mediados de marzo supondrán una fuerte reducción de la capacidad utilizada de la economía y una caída de la demanda en la primera mitad del año, que se reflejará en una caída del PIB de alrededor del 8% en 2020, según las estimaciones de BBVA Research. No obstante, se espera una recuperación gradual de la economía en el segundo semestre de 2020 tras el levantamiento del confinamiento, aunque algunos sectores y segmentos de demanda, como la construcción y el turismo, podrían verse afectados por más tiempo. En 2021, se prevé que la economía sólo se recupere parcialmente, con un crecimiento del 5,7%. La incertidumbre sobre las previsiones es elevada y depende fundamentalmente de la evolución de la pandemia, de la duración e intensidad de las medidas de aislamiento, así como del efecto de las extraordinarias medidas de política económica adoptadas.
Estados Unidos
El brote del COVID-19 ha creado una confluencia de perturbaciones de oferta y de demanda que, aunque transitorias, ya está teniendo un impacto económico significativo al final del primer trimestre, con una fuerte reducción de la capacidad utilizada y un aumento sin precedentes de las solicitudes de subsidios de desempleo. De acuerdo a las previsiones de BBVA Research, el PIB caerá alrededor de un 4,4% en 2020, para crecer en torno a un 3,4% en 2021. Los riesgos de este escenario son a la baja. La incertidumbre sobre la economía durante los próximos trimestres es muy elevada debido a la escasez todavía de datos, la volatilidad de los mercados financieros y el posible efecto de las medidas de política económica, sin precedentes adoptadas, tanto fiscales como monetarias. En este sentido, esperamos que la Fed mantenga los tipos en el 0% por lo menos hasta finales de 2021 y siga preparada para tomar más medidas si fuera necesario, mientras que es posible que se apruebe un nuevo paquete fiscal de gasto en infraestructuras.
México
Los datos más recientes sugieren que en los primeros meses de 2020 la actividad continuó estancada, si bien la caída de la producción industrial y la inversión apuntan a un escenario más sombrío, sobre todo porque, ante la pandemia, no existe margen fiscal suficiente para adoptar medidas de política económica para compensar los efectos negativos sobre la economía. En este contexto de fuerte moderación de la demanda, la inflación ha sorprendido a la baja, hasta situarse en el 3,3% en marzo, y se espera una moderación importante en lo que resta de año. Los días 20 de marzo y 21 de abril de 2020, Banxico recortó el tipo de interés de referencia por un total de 100 puntos básicos, hasta el 6,0%, y es probable que continúe con bajadas, para dejarlo por debajo del 5% a finales de año. Adicionalmente Banxico anunció un programa sin precedentes de medidas para promover un comportamiento ordenado de los mercados financieros, fortalecer los canales de concesión de crédito y proveer liquidez para el desarrollo del sistema financiero. En total las medidas dadas a conocer hasta ahora suman 3,3% del PIB. Asimismo, la banca mexicana ha ofrecido moratorias de hasta cuatro meses y facilidades de pago para que los clientes afectados puedan hacer frente a sus deudas. La incertidumbre sobre la evolución de la economía en los próximos meses es muy elevada, pero la economía mexicana podría ser una de las más afectadas de la región dada su estrecha relación con la economía estadounidense, a lo que se unirán efectos adversos relacionados con la incertidumbre interna, la falta hasta el momento de estímulos fiscales y la debilidad de los precios del petróleo. En este contexto, las agencias de calificación crediticia han revisado la calificación soberana de México a largo plazo en moneda extranjera. En concreto, Fitch anunció con fecha 15 de abril una rebaja desde “BBB” a “BBB-”, manteniendo la perspectiva de la calificación estable y Moody´s hizo lo propio el 17 de abril, pasando de “Baa3” a “Ba2”. De acuerdo a las estimaciones de BBVA Research, el PIB podría contraerse alrededor del 7% en 2020.
Turquía
Tras la fuerte recuperación de la actividad en la segunda mitad de 2019, el crecimiento ya mostraba ciertos signos de moderación al final del primer trimestre de 2020, con una reducción de la confianza y de la capacidad utilizada. Ante el brote del COVID-19, el gobierno turco ha tomado medidas de confinamiento parcial y ha anunciado un programa de medidas fiscales equivalente al 1,5% del PIB para combatir los efectos de la pandemia. Entre las principales medidas, destacan el aumento en la pensión mínima y la ayuda financiera a los hogares más afectados, la protección al empleo mediante la flexibilización de normas sobre subsidios de trabajo a corto plazo y el aplazamiento del pago de impuestos en determinadas industrias. El banco central ha reducido la tasa de referencia en repetidas reuniones de política monetaria, la más reciente en 100 puntos básicos hasta 8,75%, que compara con el 12% a finales de 2019, esto además de las medidas anunciadas para proveer liquidez con instrumentos de largo plazo y tasas de descuento. BBVA Research estima que la tasa de referencia se reduzca a 8% a partir de mayo, dada la perspectiva de inflación que según las últimas estimaciones, se situaría en 7,5% a final de año. Los bancos públicos han concedido una moratoria de pagos de tres meses a empresas afectadas por la crisis para el reembolso de préstamos bancarios. De acuerdo a las previsiones de BBVA Research, la economía podría estancarse en 2020 antes de retornar a un avance más robusto en torno al 5% en 2021.
Argentina
A la recesión que venía atravesando la economía argentina desde mediados del año pasado se ha unido a principios de 2020 el impacto negativo que tendrán sobre el crecimiento las medidas de confinamiento que se han adoptado para contener la crisis sanitaria provocada por el COVID-19. Para compensar el impacto negativo, el gobierno ha anunciado una serie de medidas fiscales de alrededor del 2,8% del PIB, con un coste directo para el Tesoro de, al menos, el 1,6% del PIB, ya que el resto será financiado a través del sistema bancario; y decretó el aplazamiento de todos los pagos de capital e intereses de acuerdo con la legislación local hasta final de año, mientras que las obligaciones de deuda con otros organismos públicos locales se prorrogarán automáticamente con nuevas emisiones de bonos. De acuerdo con las previsiones de BBVA Research, el PIB podría contraerse alrededor del 6% en 2020 y crecerá en torno al 1,5% en 2021, aunque la incertidumbre es muy elevada.
Colombia
Tras el buen desempeño del crecimiento del 3,3% en 2019, desde el 2,5% en 2018, los datos disponibles a principios de año ya mostraron cierta moderación, y se han deteriorado marcadamente desde mediados de marzo por el impacto de la pandemia y la caída de los precios del petróleo. Además del confinamiento obligatorio, se han adoptado una serie de medidas para contrarrestar los efectos de la pandemia. Respecto de la política monetaria, el banco central ha recortado el tipo de interés en 50 puntos básicos hasta el 3,75% y ha aprobado medidas para inyectar liquidez, entre ellas, la destinada a proporcionar dólares estadounidenses a través de la facilidad con la Fed (FIMA Repo Facility). Con todo, el escenario de BBVA Research contempla una caída del PIB de alrededor del 3% en 2020 y una recuperación fuerte en 2021 (4%). En contrapartida, las medidas económicas anunciadas y los bajos precios del petróleo darán como resultado un debilitamiento de las finanzas públicas, lo que llevó a Fitch a revisar a la baja la calificación de la deuda pública hasta BBB-, con perspectiva negativa, y podría aumentar la presión para obtener financiación del exterior.
Perú
Tras la desaceleración de la economía en 2019 (2,2% tras el 4% de 2018), el repunte del crecimiento registrado en enero (3% interanual) se vio truncado a raíz de la epidemia del COVID-19. Para contenerla se adoptaron medidas de confinamiento. El gobierno ha anunciado un paquete de medidas amplio por un monto de hasta el 12% del PIB destinadas a financiar gastos relacionados con la pandemia, apoyar el mercado de trabajo y garantías de crédito, y apuntalar la recuperación una vez se supere la crisis sanitaria. Entre estas medidas, se anunció la creación de una asignación familiar universal que beneficiaría a 6,8 millones de familias (75% del total), así como un nuevo impuesto a las rentas más altas para intentar mitigar los efectos negativos del COVID-19. En este contexto, y con la inflación dentro del rango objetivo (1,8% en marzo), el banco central ha reducido los tipos de interés en 200 puntos básicos entre marzo y abril hasta el 0,25%, mientras que ha reforzado el mensaje de que está preparado para mayores estímulos monetarios si fuera necesario. Con todo, las previsiones de BBVA Research contemplan un caída del PIB de alrededor del 6% en 2020 y una recuperación parcial en 2021 con un crecimiento en torno al 5%, aunque la incertidumbre es muy elevada y los riesgos están sesgados a la baja.
Tipos de interés(Porcentaje)
31-03-20 | 31-12-19 | 30-09-19 | 30-06-19 | 31-03-19 | |
---|---|---|---|---|---|
Tipo oficial BCE | 0,00 | 0,00 | 0,00 | 0,00 | 0,00 |
Euribor 3 meses (1) | (0,42) | (0,39) | (0,42) | (0,33) | (0,31) |
Euribor 1 año (1) | (0,27) | (0,26) | (0,34) | (0,19) | (0,11) |
Tasas fondos federales Estados Unidos | 0,25 | 1,75 | 2,00 | 2,50 | 2,50 |
TIIE (México) | 6,50 | 7,25 | 7,75 | 8,25 | 8,25 |
CBRT (Turquía) | 9,75 | 12,00 | 16,50 | 24,00 | 24,00 |
- (1) Calculado como media del mes.
Tipos de cambio (Expresados en divisa/euro)
Cambios finales | Cambios medios | ||||
---|---|---|---|---|---|
31-03-20 |
∆% sobre 31-03-19 |
∆% sobre 31-12-19 |
1er Trim. 20 |
∆% sobre 1er Trim. 19 |
|
Dólar estadounidense | 1,0956 | 2,5 | 2,5 | 1,1027 | 3,0 |
Peso mexicano | 26,1772 | (17,1) | (18,9) | 22,0918 | (1,3) |
Lira turca | 7,2063 | (12,0) | (7,2) | 6,7428 | (9,4) |
Sol peruano | 3,7524 | (0,7) | (0,9) | 3,7528 | 0,6 |
Peso argentino (1) | 70,6330 | (30,7) | (4,7) | - | - |
Peso chileno | 927,21 | (17,5) | (9,3) | 885,33 | (14,4) |
Peso colombiano | 4.453,41 | (19,5) | (17,3) | 3.900,44 | (8,7) |
- (1) En aplicación de la NIC 29 "Información financiera en economías hiperinflacionarias", la conversión de la cuenta de resultados de Argentina se hace empleando el tipo de cambio final.