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cuentas anuales 2014

2.1. Entorno económico en el ejercicio 2014

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Durante 2014, el PIB mundial(1) creció el 3,3%, una décima más que en 2013, yendo de menos a más a lo largo del año impulsado por la aceleración del PIB en las economías desarrolladas, especialmente en EE.UU. Por el contrario, las economías emergentes se frenaron, tanto en Asia como sobre todo en Sudamérica, afectada por el impacto del descenso de precios de las materias primas y la menor demanda China. Con todo, la recuperación global es lenta, especialmente en las economías más desarrolladas, que en algunos casos han de seguir reduciendo los niveles de deuda acumulados en la anterior etapa expansiva. Por su parte, los mercados emergentes afrontan el reto de los menores precios de materias primas y del cambio estructural que supone la transformación del patrón de crecimiento en China desde las exportaciones al consumo interno. Otro elemento a tomar en consideración en el escenario económico global es el papel del comercio internacional, cuyo dinamismo se frena más allá de lo coherente con la moderación de la actividad mundial.

La actividad económica de EEUU parece ir hacia delante a un ritmo estable, con un crecimiento del PIB más fuerte de lo previsto, un robusto crecimiento del empleo y el consumo privado recibiendo el impulso del aumento del poder adquisitivo de los consumidores. Sin embargo, otros detalles reflejan una recuperación todavía vulnerable: presiones bajistas sobre los rendimientos del Tesoro a largo plazo debido a la actual estrategia de "búsqueda de refugio", la lenta demanda mundial y la apreciación del dólar estadounidense que limita las exportaciones, además de la incertidumbre actual con respecto al ajuste de la política monetaria en el próximo año.

En cuanto al área del euro, el efecto de los riesgos geopolíticos y de la falta de reformas se dejó notar en el crecimiento, por debajo del 1%. La recuperación se retrasa, aunque los fundamentales siguen siendo positivos. Los factores que están detrás de este retraso en la recuperación son la crisis de Ucrania y Rusia, que está pesando sobre la confianza, la inversión y las exportaciones, y una falta de tono en la demanda interna. Los fundamentales para el crecimiento son un avance de la economía global moderado pero positivo, una política fiscal que ha dejado de drenar crecimiento, la abundancia de liquidez, la depreciación del tipo de cambio y el cumplimiento de los pasos hacia la unión bancaria en línea con lo previsto.

En España, los datos de actividad confirman que la recuperación ha proseguido. La mejora de la demanda nacional (principalmente, la privada) se ha asentado en factores coyunturales (reducción de la incertidumbre), en el mayor soporte de las políticas fiscal y monetaria y en factores estructurales, como el avance en la corrección de los desequilibrios internos y algunas de las reformas llevadas a cabo en los últimos años. Durante el año se apreció un estancamiento de las exportaciones españolas, en un entorno exterior condicionado por la ausencia de dinamismo de la economía europea y el incremento de las tensiones financieras.

En las economías emergentes, las economías mantuvieron crecimientos positivos, aunque más moderados que en años anteriores.

En México, después de la desaceleración observada en el primer trimestre del año, la economía mexicana ha mostrado una mejora gracias al aumento de la demanda externa, de forma que se espera que el PIB haya crecido un 2.1%. Entre los factores que explican el moderado crecimiento se encuentran un menor precio y producción petrolera, un retraso en la ejecución de los grandes proyectos de inversión pública, y la debilidad de la demanda interna, la cual depende crucialmente de la creación de empleos formales.

En Turquía, las decisiones de política monetaria tomadas a principios de año consiguieron estabilizar la economía, moderando la cuenta corriente. La inflación se mantuvo elevada debido a la depreciación de la lira turca (afectada por factores geo-políticos) pero comenzó a corregirse a finales de año apoyada por el fuerte descenso de los precios de la energía.

En América del Sur, el crecimiento económico se redujo sustancialmente durante 2014 por varios factores (entorno internacional menos favorable, caídas de los precios de las materias primas, desaceleración de la actividad en China y aumento de la volatilidad en los mercados financieros por el inicio de las subidas de tipos en Estados Unidos), pero se observa un aumento del crecimiento ya a partir del tercer trimestre de 2014, por el mejor crecimiento mundial y por una mayor inversión pública en muchos de los países de la región.

En términos generales, las tensiones financieras se han mantenido acotadas y la volatilidad se ha mantenido en niveles bajos, a pesar de haberse producido algunos episodios de aversión al riesgo. El comportamiento de los mercados siguió marcado por los bancos centrales. Así, la Fed, respaldada por una economía más avanzada en el ciclo, ha mantenido el proceso de tapering y ha puesto fin al programa de compra de activos en octubre de 2014, según lo previsto. Por el contrario, el BCE y el Banco de Japón han reaccionado en respuesta al deterioro de las expectativas de crecimiento y, sobre todo, de inflación. En concreto, el BCE situó los tipos oficiales en el 0.05%, el tipo de depósito en –0.20% y anunció un nuevo programa de liquidez para los bancos asociado al nuevo crédito (TLTRO) y sendos programas de compra de activos privados (covered bonds y ABS). Ya en 2015, el BCE anunció compras de activos por 60 mil millones de euros mensuales hasta al menos septiembre de 2016, incluyendo en ellas los programas de adquisición de bonos ABS y covered bonds actualmente en marcha. En conjunto, estas medidas suponen una inyección de liquidez de al menos 1,1 billones de euros en año y medio, con el objetivo de situar el tamaño de su balance en los niveles de principios de 2012. Con este anuncio, el BCE superó las expectativas del mercado de forma convincente.

En este entorno de abundante liquidez los tipos de interés de largo plazo han caído, de forma moderada en Estados Unidos y de forma más agresiva en Europa, tanto en los países core como la periferia.

(1) Estimación de BBVA Research con datos y ponderaciones del FMI y previsiones del FMI y de BBVA Research

2.1.1. Evolución de los tipos de cambio

El tipo de cambio del euro frente al dólar inició una senda de significativa depreciación en el tercer trimestre de 2014, una vez que cambiaron las expectativas de las políticas monetarias en EE.UU. (hacia un tensionamiento) y en el área del euro (hacia una mayor relajación). Igualmente, el euro se ha despreciado respecto al resto de divisas en la última parte del año, de forma que las divisas de mayor peso en los estados financieros del Grupo (principalmente peso mexicano, dólar estadounidense y lira turca) están, a 31 de diciembre de 2014, más apreciadas que a final de 2013. Por este motivo el impacto del tipo de cambio en 2014 es positivo en el balance y el patrimonio del Grupo BBVA.

La apreciación generalizada de las divisas respecto al euro de final de año no se ha trasladado plenamente al tipo de cambio medio de 2014, Esta apreciación y el movimiento de los tipos de cambio en 2013, explican que el tipo de cambio medio de 2014 es, para todas las divisas, más depreciado que el tomado para 2013, con lo que el impacto del tipo de cambio en la cuenta de resultados de 2014 es negativo.

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Tipo de cambio medio Tipo de cambio final
Moneda 2014 2013 2012 2014 2013 2012
Peso mexicano 17,66 16,96 16,90 17,87 18,07 17,18
Dólar estadounidense 1,33 1,33 1,29 1,21 1,38 1,32
Peso argentino 10,77 7,28 5,84 10,38 8,99 6,48
Peso chileno 756,43 658,33 625,00 736,92 722,54 633,31
Peso colombiano 2.652,52 2.481,39 2.309,47 2.906,98 2.659,57 2.331,00
Nuevo sol peruano 3,77 3,59 3,39 3,61 3,85 3,37
Bolívar fuerte venezolano (*) 14,78 8,05 5,52 14,57 8,68 5,66
Lira turca 2,91 2,53 2,31 2,83 2,96 2,36
(*) En el ejercicio 2014 el tipo de cambio utilizado de la divisa venezolana es el tipo de subasta denominado SICAD I, mientras que en los ejercicios 2013 y 2012 se utilizó el tipo de cambio oficial.

2.1.2. Aspectos destacados: sistema bancario

En Europa se ha avanzado en la creación de la Unión Bancaria con la aprobación de normativa europea clave para los sistemas financieros. Tras el acuerdo entre la Comisión y el Parlamento Europeo para la creación del Fondo Único de Resolución, se firmó en abril el acuerdo intergubernamental sobre su mutualización, complementando el Reglamento del Mecanismo Único de Resolución (MUR).

En mayo también se ha aprobado en el Parlamento Europeo la Directiva de Recuperación y Resolución Bancaria (BRRD, por sus siglas en inglés) con aplicación a partir del uno de enero de 2015 y que incorpora entre otros aspectos, las circunstancias para activar la resolución de un banco y cuál es el alcance de los mecanismos de imposición de pérdidas a los accionistas y acreedores (en inglés, bail-in), que entran en vigor en enero de 2016. En España el Anteproyecto de Ley que transpone la directiva se publicó en noviembre de 2014.

Uno de los aspectos destacados del año fue la realización de un ejercicio de evaluación global de los bancos europeos por parte del Banco Central Europeo (BCE), antes de asumir la supervisión única en noviembre de 2014. El ejercicio se compuso de dos pilares fundamentales: (i) el análisis de la calidad de los activos de los bancos (AQR), buscando evaluar bajo criterios homogéneos la correcta clasificación contable y valoración de los activos y (ii) la prueba de resistencia o test de estrés. En ésta, el BCE en conjunto con la Autoridad Bancaria Europea (EBA) analizó la capacidad de cada entidad para mantener unos niveles adecuados de solvencia ante dos escenarios de estrés: uno base y otro adverso. En octubre se publicaron los resultados del ejercicio. El AQR, en el que se exigió a los bancos alcanzar un ratio mínimo de capital ordinario de nivel 1 (CET1) del 8%, reveló un déficit de capital de 5 mil millones de euros (5bn€) distribuidos entre 16 bancos. En el test de estrés se exigió a los bancos mantener un ratio mínimo de CET1 del 8% en el escenario base y un ratio mínimo de CET1 del 5,5% en el escenario adverso. El déficit global de capital en la evaluación integral se situó en 24,6bn€, concentrado en Italia (9,7bn€) y Grecia (8,7bn€). De las 25 entidades que suspendieron, 12 son suspensos técnicos, ya que han emitido durante 2014 capital suficiente para cubrir el déficit, por lo que el déficit final se situó en sólo 9,5bn€. Con la publicación de los resultados se ha completado uno de los principales pasos para una Unión Bancaria en pleno funcionamiento. Se ha aumentado notablemente la transparencia de las entidades y se ha confirmado que el sector bancario europeo es resistente a un escenario económico adverso, con unas necesidades de capital muy asumibles (9.5bn€). A partir del 4 de noviembre el BCE se convirtió en el supervisor único de las entidades sometidas a la evaluación global.

Por último, en junio el BCE aprobó un amplio paquete de medidas:

  • El recorte de los tipos de interés hasta dejar el tipo básico de las operaciones de mercado abierto en el 0,15% y el tipo de la ventanilla de depósito en terreno negativo por primera vez en la historia.
  • El anuncio de varias operaciones de financiación a largo plazo (TLTROs, siglas en inglés de Targeted longer-term refinancing operations) a los bancos condicionadas a la provisión de crédito a la economía real, excluyendo sector público y sector hipotecario residencial. En una primera fase, los bancos europeos pudieron solicitar hasta un máximo de 400.000 millones de euros de financiación al BCE con un coste muy reducido (0,25%) y con un vencimiento máximo de cuatro años, pero la demanda final estuvo sobre los 213.000 millones de euros.
  • A partir de octubre, el lanzamiento de un programa de compra de cédulas (covered bonds), que ha alcanzado los 37.200 millones de euros y de bonos de titulización (ABS), que ronda los 2.300 millones de euros.

Por lo que respecta a España, cabe destacar el fin del programa de asistencia financiera, que expiró oficialmente el día 22 de enero, y que España implementó, de acuerdo al calendario previsto, todas las medidas de reestructuración acordadas con la denominada Troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional–FMI-). Desde entonces, se han hecho avances en la reestructuración del sistema, con la enajenación de participaciones estatales en entidades que requirieron dinero público y la privatización de Catalunya Banc.

En el apartado de reformas estructurales, el Real Decreto-ley 4/2014 de Reforma de la Ley Concursal, agiliza y flexibiliza los procesos para alcanzar acuerdos de refinanciación y elimina rigideces de la normativa concursal y preconcursal. Esta normativa facilitará la reestructuración de la deuda de empresas operacionalmente viables.

La situación de liquidez del sistema bancario y su estructura de financiación se han reforzado desde principios de año, de forma que la financiación neta obtenida del BCE se ha reducido. Los resultados de 2014 mostraron una recuperación de la rentabilidad. Los ratios de solvencia también se han incrementado por la generación interna de beneficios, por el proceso de desapalancamiento y por ampliaciones de capital.

La publicación de los resultados del ejercicio de evaluación global a la banca europea puso de manifiesto la robustez de la banca española. La revisión de los activos, AQR, identificó un volumen bajo de ajustes necesarios (2.2 bn €, 14 puntos básicos de capital CET1, el más bajo de Europa) y la resistencia de los bancos a la prueba de esfuerzo fue muy alta. En el escenario adverso, los bancos españoles tuvieron la segunda menor reducción de la ratio de capital, después de Estonia. Sólo un banco español, Liberbank, tuvo un déficit de capital (32 millones de euros en el AQR), que ya se abordó a lo largo de 2014 con un aumento de capital de 575 millones de euros.


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