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BBVA en 2012

Riesgo de cambio estructural

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El mercado cambiario se ha comportado de manera volátil a lo largo del año, afectado por la incertidumbre sobre la evolución de la crisis en la zona euro. Este entorno ha favorecido la apreciación generalizada de las divisas latinoamericanas frente al euro, de especial relevancia en el caso de México y Chile. Lo anterior ha contribuido a cerrar un ejercicio positivo en ratios de capital y patrimonio del Grupo BBVA, fruto de las variaciones en los tipos de cambio.

La gestión del riesgo de cambio estructural en BBVA se orienta a minimizar los potenciales impactos negativos derivados de las fluctuaciones de los tipos de cambio en el valor patrimonial y en la contribución a resultados de las inversiones internacionales que mantiene el Grupo con carácter de permanencia.

El área corporativa de GRM actúa como unidad independiente encargada del seguimiento y análisis de los riesgos, impulsando la integración en la gestión de las métricas de riesgos y proporcionando herramientas que permitan anticipar potenciales desviaciones sobre los objetivos fijados. Adicionalmente, monitoriza el grado de cumplimiento de los límites de riesgos establecidos, reportando de forma periódica al RMC, a la CRC y a la CDP, en especial en caso de desviación o tensionamiento en los niveles de riesgo asumidos.

La unidad de Gestión de Balance, a través del COAP, diseña y ejecuta las estrategias de cobertura con el objetivo prioritario de minimizar los potenciales impactos negativos en los ratios de capital por fluctuaciones de los tipos de cambio y de garantizar el contravalor en euros de los resultados en divisa que aportan las diferentes filiales, modulando las operaciones según las expectativas de mercado y el coste de las coberturas. Para llevar a cabo esta labor, asegurando que el perfil de riesgos del Grupo se adecúa en todo momento al marco definido por la estructura de límites autorizada por la CDP, Gestión de Balance se apoya en las métricas de riesgos, obtenidas según el modelo corporativo diseñado por el área de GRM.

Además del seguimiento en términos de exposición y sensibilidad ante las distintas divisas, el control y la gestión del riesgo se basan en métricas probabilísticas que estiman impactos máximos para distintos niveles de confianza en cada uno de los ejes, sobre los que se fijan límites y alertas, según los niveles de tolerancia establecidos por el Grupo. El control del riesgo de cambio estructural se completa con el análisis de las contribuciones marginales al riesgo por divisa, los efectos diversificación, la eficacia de las coberturas y el análisis de escenarios y estrés. Lo anterior permite obtener una visión completa de la exposición del Grupo a este riesgo.

En 2012, en un entorno que ha vuelto a estar marcado por la incertidumbre y la volatilidad de los mercados, se ha continuado con una política de prudencia, lo que ha permitido moderar el riesgo asumido, a pesar de la creciente contribución del ámbito “no euro” a los resultados y al patrimonio del Grupo. El nivel de cobertura del valor en libros de las participaciones del Grupo BBVA en divisa se ha mantenido en promedio en el 42%. La cobertura de los resultados en divisa del ejercicio se ha situado en niveles cercanos al 50% y, al cierre del año, existe una cobertura significativa de los resultados en divisa proyectados para 2013.

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