El área corporativa de GRM lleva a cabo un seguimiento continuo del riesgo de renta variable estructural con la finalidad de limitar el potencial impacto negativo en solvencia y en la recurrencia de los resultados del Grupo derivado de una evolución desfavorable del valor de las participaciones. Con ello, además, garantiza que este riesgo se mantenga dentro de los niveles compatibles con el perfil de riesgo objetivo de BBVA.
El perímetro de seguimiento comprende las participaciones que el Grupo tiene en el capital de otras compañías industriales o financieras registradas como cartera de inversión, incluyendo las participaciones que consolidan en el Grupo, aunque las variaciones de valor no tengan, en este último caso, un efecto patrimonial inmediato. Adicionalmente, se consideran las posiciones mantenidas en derivados sobre subyacentes de la misma naturaleza con la finalidad de limitar la sensibilidad de la cartera ante potenciales caídas de precios.
El área corporativa de GRM realiza estimaciones de los niveles de riesgo asumidos y monitoriza el grado de cumplimiento de los límites fijados, según el apetito al riesgo y autorizados por la CDP, informando periódicamente sobre su evolución a la alta dirección del Grupo. Los mecanismos de control y limitación de riesgos se centran en los ejes de exposición, resultado y capital económico. Las mediciones de capital económico se integran, además, en las medidas de rentabilidad ajustada al riesgo con el fin de fomentar la gestión eficiente del capital en el Grupo. Asimismo, GCR es la unidad responsable, dentro de GRM, de informar a la CDP y a la Comisión de Riesgos sobre la repercusión en el Grupo BBVA de las situaciones críticas de mercado que pudieran producirse en el futuro. Para profundizar en el análisis del perfil de riesgos, periódicamente se llevan a cabo pruebas de tensión y análisis de sensibilidad ante distintos escenarios simulados, tomando como base tanto situaciones de crisis pasadas como las previsiones realizadas por BBVA Research. Además, con periodicidad mensual, se realizan contrastes de backtesting del modelo de medición de riesgos utilizado.
En el año 2012, la gestión del riesgo de renta variable estructural se ha centrado en preservar el valor patrimonial de las participaciones del Grupo, teniendo en cuenta el contexto actual de crisis financiera. Así, la gestión activa de las posiciones, unida a la política de coberturas, ha permitido mantener el riesgo asumido, medido en términos de capital económico, en niveles moderados.