El capital humano, una herramienta clave para el éxito de una empresa.
El desarrollo del capital humano es una competencia fundamental en el siglo XXI, en el que el conocimiento, las habilidades y las aptitudes son las herramientas principales para la creación de valor empresarial. Un elemento clave del éxito de BBVA son, sin duda, los hombres y las mujeres que integran su equipo humano. La profesionalidad de las casi 107.000 personas ubicadas en 31 países hace posible que las distintas franquicias que forman el Grupo ocupen posiciones de liderazgo en prácticamente todos los mercados donde opera. Y no sólo las personas, sino el trabajo en equipo y el desarrollo del liderazgo son dos pilares críticos de la cultura de Recursos Humanos del Banco, ya que en BBVA consideramos que, en un equipo, el resultado obtenido es superior a la suma de los esfuerzos individuales. En este sentido, todas las acciones desarrolladas en nuestro Grupo están presididas por un interés común: potenciar los equipos desde todas las ópticas, seleccionando a los mejores candidatos, dándoles la oportunidad de desarrollarse profesionalmente y promoviendo estilos de dirección que fomenten el sentido de pertenencia al Grupo, la máxima expresión de “equipo”.
En BBVA siempre hemos considerado que el aprendizaje empresarial representa una ventaja competitiva crítica.
Y por ello hemos hecho del desarrollo una seña de identidad. Y esto es así porque en una economía basada en el conocimiento, lo que diferencia a las organizaciones es su visión de futuro y su capacidad de crearlo valiéndose del factor humano.
A lo largo de 2010, el área de Recursos Humanos ha continuado, además, trabajando en dos grandes líneas de acción: en la orientación a nuestro cliente, considerado éste en su sentido más amplio, desde la persona a las áreas del Grupo, y en su infraestructura tecnológica, con el fin de fortalecer la ventaja que supone una gestión más global e integral de la función. En tal sentido, y también en coherencia con lo indicado al principio, aspectos como la selección, la formación y el desarrollo constituyen un claro ejemplo de la combinación de estas dos líneas de acción.
